El parasitismo de los insectos de vegetales, cuestión compleja



Grupo de termitas Coptotermes formosanus
parasitando a la madera. Imagen publicada
en la revista Science. Vol 322, nº 5904.

El profesor Yuichi Hongoh, junto a diversos investigadores colaboradores de centros de investigación japoneses, ha publicado recientemente un interesante artículo en la revista Science (nº 5904), donde se pone en evidencia la cooperación entre diversas especies procariotas y eucariotas. En el intestino de la termita Coptotermes formosanus (insecto del Orden Isoptera parásito de la madera), vive el protozoo Pseudotrichonynpha grassii y una bacteria. La termita realiza, entre otras funciones, la labor mecánica de destrucción de la madera. Acopladas al metabolismo del insecto, y viviendo principalmente de él, están las otras dos especies. El protozoo extrae azúcares a partir de la celulosa que, por fermentación anaerobia, se transforma en energía. Ésta es aprovechada por la bacteria para fijar nitrógeno de la atmósfera, nitrógeno que sumado al que obtiene por degradación de compuestos nitrogenados del protozoo, es utilizado por la bacteria para fabricar aminoácidos esenciales para su propio crecimiento, el del protozoo y el de la termita. El resultado final de este concierto parasitario es una altísima eficacia de la termita para vivir dentro de la madera, parasitismo que en los EE.UU causa pérdidas estimadas en 1 billón de dólares.
El artículo nos sirve para evidenciar, entre otras cuestiones, que el parasitismo de un insecto sobre un vegetal no es tan simple, biológicamente, como aparece a simple vista.

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