Todas las mañanas del mundo


- ¿Por qué crees que tocamos?
- Por el Rey.
- ¿Por el Rey? Qué tontería.
- ¡Por la Corte!
- ¡No, hombre, no!
- Para nosotros.
- Tocamos para hablar con los muertos.



La dialéctica entre el severo y obscuro maestro de Sainte-Colombe y su brillante y ambicioso discípulo Marín Marais, es la del ensimismamiento frente a la alteración; de la autenticidad frente a la impostura; del orgullo frente a la vanidad; de la integridad frente al oportunismo… Tal vez a muchos este discurso les suene caduco; a mí me parece refrescante.

Comentarios

  1. Muchas gracias, Carla. Para mí, esta película es un verdadero tesoro; ya sólo el título es un hallazgo. Saludos!

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  2. Hola querido Diego. No he visto esa cinta, pero créeme que después de ver el video, me he quedado con las ganas. La voy a buscar.

    ¡Mil gracias!

    Un beso para ti.

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  3. Creo que también voy a buscar la película para verla. Muy oportuno tu posteo en estos tiempos de raras políticas y crisis que nos empujan a una actitud más valiente. Un abrazo, Tino

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  4. Estoy seguro de que la disfrutaréis. Angélica, Tino, un abrazo muy fuerte a los dos.

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