EL COMIENZO DE LAS ENFERMEDADES DE LAS PLANTAS (Si queremos evitarlas, es imprescindible conocerlo)



Fig. 1. Fruto de melocotón con síntomas de Oidio

Las enfermedades de las plantas que son ocasionadas por un agente patógeno comienzan cuando la presencia de éste coincide con otras variables; y esas variables, hasta no hace mucho, se había supuesto que eran exclusivamente meteorológicas (humedad, temperatura, luz…); pero en la actualidad, se ha ampliado el rango de esas variables.
Una de las enfermedades más frecuentes de las plantaciones de melocotoneros y nectarinas es el Oidio (Sphaerotheca pannosa (Waller.) Lév.), y los síntomas que produce son brotes y frutos cubiertos por una pulvurulencia blancuzca (Fig. 1); síntomas que cuando son graves provocan pérdida de cosecha o depreciación de la misma, afectando, incluso, al vigor de los árboles enfermos.
Generalmente, la aparición del primer síntoma es el indicador que suelen utilizar los fruticultores para aplicar un terapéutico adecuado; pero algunas veces, ese criterio es incorrecto, porque la aparición de los primeros síntomas se produce en hojas afectadas por otra enfermedad del mismo árbol.
Los frutales de hueso son muy sensibles a la Lepra, enfermedad provocada por el hongo Taphrina deformans (Berk.) Tulasne, y que se manifiesta por la aparición de hojas retorcidas y de color rojizo (Fig. 2) que caen al poco tiempo de aparecer; aunque antes de caer, en las pequeñas oquedades que se producen en los retorcimientos del limbo, se dan unas condiciones de humedad, luz y temperatura que son idóneas para que las esporas del Oidio se desarrollen ahí antes que en ningún otro sitio, saltando el hongo, desde esas hojas, al resto de la vegetación.
Por ello, cuando en una plantación de frutales de hueso aparecen hojas retorcidas y de color rojo -enfermas de Lepra-, es ahí donde primero se debe observar la aparición de los primeros síntomas del Oidio.
Por la razón anterior, para evitar, o al menos dificultar, la aparición del Oidio en los frutales de hueso, es recomendable desarrollar una terapéutica adecuada contra la Lepra.






Fig. 2. Brote de melocotonero enfermo de Lepra

(Para más información consultar el libro La Sanidad de los Vegetales Cultivados)

Texto y figuras de José Del Moral De la Vega

Comentarios

  1. Me alegra tu visita y la agradezco; pero vale decir, cuando te parezca oportuno: ¡qué peñazo!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Hola de nuevo querido José.

    Al leer tu escrito, me pregunto si es posible detectar la enfermedad del Oidio mucho antes de aparecer en las frutas, o sea, desde que se encuentra en las raíces de la planta.

    Otra pregunta, ¿si comemos esos frutos con el polvito blanco, ¿nos enfermamos?

    Gracias por todo lo que nos enseñas José.

    Un beso para ti.

    ResponderEliminar
  3. Querida Angélica Beatriz. Esta enfermedad sólo está en la parte aérea del vegetal, y más concretamente en las hojas, tallos, yemas y frutos.
    Esos frutos se pueden comer sin miedo alguno. La presencia del polvillo solo tiene un inconveniente estético o, en el peor de los casos, afecta a la conservación del fruto -entran en senescencia antes de tiempo-
    Un abrazo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario