ESPAÑA, LA MÚSICA Y LA DOPAMINA





Es normal que los habitantes de una determinada época no seamos conscientes de la importancia del momento en que vivimos hasta mucho tiempo después. Ahora, los españoles estamos inmersos en unos acontecimientos de una extrema gravedad de los cuales parece que casi no nos demos cuenta: independencia de Cataluña, demografía negativa que junto a una deuda pública monstruosa puede reducir extraordinariamente las pensiones, xenofobia derivada de una inmigración desordenada, políticos mediocres pensando en su partido y poco más….

Frente a este ambiente, es necesario defenderse para no caer en depresión, y uno de los procedimientos más eficaces es escuchar música.

No hay calificativos para valorar la interpretación que hace Elsa Benoit de esta canción: sencillamente perfecta. 

Unos buenos cascos, un volumen equivalente al de la sala de conciertos, cerrad los ojos, y la dopamina, con su efecto relajante, inundará nuestro cerebro. Si hace falta se repite una o dos veces más y seguro, seguro, que la sonrisa aparecerá en nuestra cara –a algunos se les eriza el vello–

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